III: Cuando se junta el hambre con las ganas de comer
Otra característica de este 2015 ha sido la consagración de algunos “super-grupos” con la publicación de buenos discos, me da lo mismo en estudio que en directo, que también los ha habido y serán repasados en la siguiente entrega. Cuando buenos músicos se ponen a trabajar juntos es difícil que no salga algo aprovechable. De los discos aparecidos en este año con estas características y además grabados en estudio me quedo con estos:
ADRENALINE MOB – “Dearly Departed” (Century Media)
Banda de esparcimiento de músicos de otros grupos como el batería Mike Portnoy (Dream Theater), el vocalista Russell Allen (Symphony X), el guitarrista Mike Orlando (Symphony X), el también guitarra Rich Ward (Stuck Mojo), el batería A.J. Pero (Twisted Sister, tristemente fallecido este mismo año) o el bajista Erik Leonhardt (Tantric). Además de temas propios tienen gran afición por los covers, de forma que este es el segundo trabajo de este tipo (ya publicaron “Covertà” en 2013), versionando temas de Pat Travers, Black Sabbath o Queen, además de otras versiones acústicas de algunos de sus temas.
BLACK STAR RIDERS – “Killer Instinct” (Nuclear Blast)
Con buen criterio y el objetivo de publicar temas nuevos, Scott Gorham decidió montar el grupo con gente que había colaborado con él en la resurrección de Thin Lizzy, como Ricky Warwick (The Almighty), Damon Johnson (Brother Cane, Alice Cooper), Robbie Crane (Ratt) o Jimmy DeGrasso (Y&T, Megadeth, Dokken, Ozzy Osbourne, David Lee Roth). Este es su segundo disco y mantiene el estilo de guitarras dobladas, además de que Warwick intenta parecerse cantando a Phil Lynott. Es decir, sigue sonando a Thin Lizzy, poco más hay que decir.
THE ARISTOCRATS – “Tres Caballeros” (Boing!)
Guthrie Govan (guitarra, también lo fue de Asia, entre otros), Bryan Beller (bajo, también estuvo en las bandas de Steve Vai, Dweezil Zappa y James LaBrie) y Marco Minnemann (batería, ex-Kreator, ex-Joe Satriani) hacen música instrumental para disfrutar viendo y escuchando, aunque a veces te den ganas de tirar tu instrumento y no volver a cogerlo en la vida... No es música sólo para músicos, ni tampoco Rock ni Jazz ni todo a la vez, es una orgía de técnica e imaginación en una fusión de estilos como sólo tres genios pueden llevar a cabo.
THE WINERY DOGS – “Hot Streak” (Loud & Proud)
Más genios, esta vez Mike Portnoy, que no se pierde una, Richie Kotzen y Billy Sheehan. Muchas veces he dejado escrito por ahí que de la unión de genios sólo pueden salir genialidades, salvo alguna excepción que confirma la regla. En este caso, con dos discos a las espaldas y después de haber superado la línea que separa la reunión ocasional del proyecto en serio, estamos de enhorabuena porque si alguien piensa que hay música que no se puede crear, aquí están estos para hacerla posible. Estos y otros, pero estos son muy buenos tocando y creando. Discazo.
IV: Progresando, que es gerundio
El Rock Progresivo es un estilo que me apasiona desde que descubrí, años ha, a bandas como Yes (sobre todo) o a Camel. En los últimos años han proliferado bandas intentando componer obras en las que hacían nudos sobre otros nudos. Algunas salieron airosas y otras no tanto, pero donde hay cantidad casi siempre se suele encontrar calidad. De lo aparecido este año en estudio, destacaría los siguientes:
THE NEAL MORSE BAND – “The Grand Experiment” (InsideOut Music / Radiant Records)
Neal Morse es conocido por haber sido el fundador, cantante y teclista de Spock’s Beard, integrante después de bandas como Transatlantic o ahora con Flying Colors, todas bandas de alto nivel en todos los parámetros que compares, y tipo de culo inquieto que, junto con su colega Mike Portnoy, cada vez que se meten juntos en estudio a grabar salen cosas espectaculares. Este es un buen ejemplo porque les ha salido un disco redondo en todos los sentidos, de composiciones soberbias que recuerdan lo mejor de cada grupo, con una producción impecable e incluso una portada currada, algo que ya es poco frecuente dada la pérdida de importancia de las carátulas.
RIVERSIDE – “Love, Fear And The Time Machine” (InsideOut Music)
Sexto disco en estudio en el que han bajado el pistón con respecto a los primeros trabajos, incluso les ha salido un disco más intimista que su antecesor “Shrine Of New Generation Slaves”, que ya era flojo, sin embargo el conjunto es más homogéneo y tiene más sentido. Está todo impregnado de una especie de aura nostálgica sin llegar a deprimir, por momentos relajante y en ocasiones excitante, con atmósferas misteriosas creadas por los teclados de Michal Lapaj, quien utiliza sonidos clásicos que recuerdan a los grandes del género. Cada tema es diferente aunque con una misma línea compositiva que hace que el disco sea tan compacto, por lo que cada vez que lo escuchas descubres conexiones nuevas entre diferentes temas, lo que hace pensar que se trate de una única obra dividida en varios actos. Está lleno de detalles, por lo que bucear en su música es ir descubriendo arreglos y sonidos a cada cual más interesante. Muy buen disco que gana con las escuchas.
SPOCK’S BEARD – “The Oblivion Particle” (InsideOut Music)
De la formación clásica siguen Alan Morse (guitarra), Ryo Okumoto (teclados) y Dave Meros (bajo), quienes se acompañan de Ted Leonard (voz y guitarra) y Jimmy Keegan (batería que lo fue también de la banda de Santana). Además colaboran el ex-violinista de Kansas, David Ragsdale y el anterior batería de la banda y también cantante, Nick D’Virgilio. Se mantiene la personalidad y sonido característico del grupo, aunque la forma de cantar de Leonard recuerde en muchos pasajes a los Genesis de Peter Gabriel. El espíritu de los hermanos Morse se mantiene vivo en otras formaciones (Transatlantic, Flying Colors…), pero estos son una revisión actualizada de los mejores Spock’s Beard de siempre.
THE TANGENT – “A Spark In The Aether – The Music That Died Alone (Part Two)” (InsideOut Music)
Recogiendo los mejores influencias de Marillion, Genesis y otros gigantes de la escena progresiva de siempre (incluyendo a Rush en el concepto de la portada), Andy Tillison (teclados y voces), Morgan Agren (batería), Jonas Reingold (bajo), Luke Machin (guitarra) y Theo Travis (saxo), con la colaboración de Lalle Larsson (teclados), se han marcado un disco más rudo y fácil de escuchar pero menos elegante que en ocasiones anteriores, centrado más en las composiciones que en las demostraciones técnicas. Se hace corto a pesar de los casi 70 minutos que tiene la edición que tengo por aquí.
Alvar de Flack
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